Hola:
Hércules, es una película de Disney que no pasará a la historia precisamente por haber sido una transmisión fidedigna de la mitología griega, sino más bien por haber usado sus personajes según «necesidades del guión».
Pero hay un momento para mí inolvidable. Es el momento en que Mégara, «Meg» en la película, se dá cuenta de que está enamorada de Hercules.
Me parece reconocer esa lucha eterna e interminable de la «mente» y el «corazón» o el sentimiento y el razonamiento. Un conflicto que a veces parece irresoluble y causa mucho sufrimiento.
¿Qué le pasa a Meg? ¿Porqué se niega a sí misma que está enamorada? O, dicho de otra forma ¿qué nos pasa a nosotros? ¿Porqué nos negamos a nosotros mismos tantas cosas y nos damos razonamientos que en el fondo nunca nos creemos?
El canto de Meg es la necesidad de resolución de un viejo conflicto que ha quedado latente. La información que tiene del amor es que termina en «desamor»… Y eso es todo, no hay dentro de ella nada que le diga que puede dejarse caer en los brazos de «su Hércules» porque los recuerdos de sus experiencias pasadas no le apoyan para ello, y por eso se da razonamientos interminables negandose lo que es imposible de negar porque sus sentimientos son muy intensos.
Esos sentimientos forman parte de nuestra necesidad de novedad y de resolución de conflictos, de cerrar todo aquello que se nos ha quedado abierto. De ahí que muchas veces nos encontremos con que se nos repite la historia una y otra vez, y ahí estamos nosotros diciendo como Meg: «¿Qué me ocurre? Uno tendría que entender la lección», o ¿cómo me sucede esto a mí de nuevo? ¿Es que atraigo este tipo de problemas?
Pues de alguna manera sí, porque tenemos un límite que no sabemos cómo saltar y tenemos necesidad de traspasarlo, y si no estamos ante un problema o límite similar nunca lo solucinaríamos, es como dice el libro de Perls, Hefferline y Goodman, «Terapia Gestalt: Excitación y Crecimieto de la Personalidad Humana»:
«Si nos ponemos en contacto con esta terrible realidad, existe también en ella una potencialidad creativa».
Nuestros pensamientos neuróticos nos estimulan a paralizarnos, están dominandos por el miedo, y nos producen un efecto de «círculo vicioso», sufrimos internamente por no sufrir enfrentado el problema y como nos vemos que no nos enfrentamos sufrimos más.
Pero ahí están nuestra fuerza interior y nuestra capacidad creativa que nos lleva en un nuevo reto, en una nueva experiencia a vivir el límite y saltarlo.
¿Qué situaciones se repiten una y otra vez en nuestra vida? ¿Qué pensamientos repetitivos de negación de nosotros mismos aparecen en nuestra mente una y otra vez? ¿De qué huímos y no queremos enfentrar? ¿Queremos seguir escondidos tras nuestros pensamientos en vez de vivir y crecer? ¿Queremos sufrir por no sufrir?
Os mando un abrazo
Carmen