Post dedicado a mi amiga Natalia.
Hola:
Despues del veranito y ya entrados en el otoño, no sé si os pasa, pero yo tengo la sensación de no saber dónde se me ha ido el tiempo. No sólo ha pasado el verano con rapidez, sino todo el año. Sin saber cómo estamos en Octubre, y me parecece muy cercano el inicio de este año… ¡Y mucho más el final!
Quizá todavía no sea el momento de hacer el balance y el resumen de lo vivido en el 2013, pero puede que esa rapidez subjetiva del «pasar del tiempo», sea una de las causas de esa extraña percepción temporal o más bien interpretación temporal que hacemos y que nos hace a menudo perdernos en el tiempo y confundir conceptos y vivencias. Veamos algunos de estos líos temporales.
–Ver el pasado en el presente: Ver lo que ya nos ha sucedido en el pasado como si fuera a ocurrir tambien en el presente, lo decimos de la siguiente forma: «ya sé lo que va a pasar, siempre ocurre así» o «no quiero que me vuelva a suceder, fue muy mala experiencia». Lo malo es que este tipo de frases son como conjuros que nos llevan a una profecía autocumplida porque en realidad ya no vemos lo que sucede, sino lo que sucedió. Otra versión de ver el pasado en el presente es la de tener una vida basada en la nostalgia de tiempos pasados mejores que nunca volverán. En este aspecto también están incluídas buenas y malas experiencias ocurridas en cualquier momento de la vida que parece que nos afectarán ya para siempre, este alargarlo para siempre se transformaría en un ver el pasado en el futuro, y ahí ya sí que nos hemos dejado sin apoyo en nuestra percepción de lo venidero.
– Buscar el presente en el pasado: «Me va a ir fatal porque he hecho o dejado de hacer algo». «Si lo hubiera hecho, o no hecho, podría enfrentarme o tomar esta decisión, pero me falta o sobra algo y ya no puedo hacerlo». A partir de estas afirmaciones, la vida tiene forma de carencia, es una especie de vida perdida porque le falta o sobra algo y todo gira en torno a ese «error» o eso que no hicimos en el pasado, nos sentimos culpables de haber «estropeado nuestra vida» por nuestras «malas decisiones». Nos gustaría volver atrás y cambiar esas decisiones o acciones y nos frustra la impotencia y el ver que es imposible.
– Ver el presente en el futuro: Creemos que nuestro estado, o el de nuestras circustancias actuales va a ser así en el futuro. Algo así como confundir el ahora con el para siempre. «Como ahora estoy triste, será que soy depresivo/a». «Si ahora me va mal económicamicamente, pienso que así será después»… Tiramos la toalla y recalificamos toda nuestra existencia futura con las malas sensaciones del momento. Esto nos impide buscar soluciones en el entorno y autoapoyo en nuestro interior. Lo vemos como si todo estuviera perdido.
– Ver el futuro en el presente: «Cuando haga esto será mejor, ahora no puede ser». Este posponer contínuo y pensar que vendrán tiempos mejores, nos impide vivir lo que está sucediendo porque habrá un momento mejor después. Después, después y después, cuando tenga carrera, cuando tenga los hijos criados, cuando me salga este negocio… Yo le llamo «felicidad condicional», siempre condicionada a que pase algo que en el presente es imposible que suceda porque nunca se dan las circunstancias… (los hijos estarán criados cuando sean mayores, los negocios puede que salgan o no, pero necesitan tiempo…).
En resumen, estas formas erroneas de situarnos en el tiempo, nos impiden el contacto real con lo que está sucediendo y con nuestras propias sensaciones. Podemos estar a gusto en este momento, pero siempre aparecerá un pasado fantasma o un futuro ideal con el que nos impediremos vivir el presente en la forma que tiene. Si no juzgamos o comparamos el presente con el pasado el futuro, tendremos acceso a nosotros mismos y a nuestro entorno, podremos vivir lo que toca vivir, buscar soluciones si hay que buscarlas o no buscarlas si no hay nada que solucionar:
VIVIR en estado PLENO.
Así que, desde la Terapia Gestalt, donde sólo se trabaja en el presente, quizá debamos preguntarnos: ¿Desde dónde interpreto mi presente? ¿Desde el pasado? ¿Desde el futuro? ¿Veo mi presente tal cual es? Si estoy en el presente ¿Cómo me siento? ¿Hay algo en lo que puedo actuar? ¿Estoy actuando para nada?
En mi presente os mando un abrazo.
Carmen