Hola de nuevo:
Esta entrada la hago con especial cariño porque vais a poner cara a la fotógrafa de varias de las fotos que están aquí, en este blog. Es mi amiga Lara Palomero, que es generosa conmigo y con el blog no sólo porque colabora siempre que se lo pido, sino también, con sus comentarios y aportaciones siempre ricos en matices. Esta es la charla que mantuvimos:
A menudo me sorprendo cuando hablo con algún amigo o amiga. Al principio mi intención puede ser comentar algo, como en este caso la expresión fotográfica, pero luego, aunque sean breves, las conversaciones van solas y emergen temas diferentes sin que haya habido una intención previa. En esta caso, Lara nos habló de un concepto fundamental en Terapia Gestalt: La frontera-contacto.
El PHG, nos dice que:
«la experiencia se da en la frontera entre el organismo y su entorno«.
«A este borde fluctuante donde el self y lo otro se encuentran y sucede algo, la Terapia Gestalt le da el nombre de frontera-contacto».
«Donde yo me encuentro con el otro está la frontera entre el organismo y el entorno; está la consciencia inmediata, está la consciencia».
De forma simbólica Lara, hace un paralelismo de la frontera-contacto con su cámara. El llegar al contacto con el entorno o con el otro, tiene un proceso, Lara lo explica con su cámara. Con sus propias palabras: «es como ir acercandote a algo poco a poco y cuando llegas pues, interaccionas con eso».
Este proceso implica elección, si hay elección hay consciencia, en Terapia Gestalt a esta consciencia en el presente, se la llama consciencia inmediata, es decir, en qué me fijo, cual de las miles de posibilidades que existen prefiero , con que interacciono, qué elimino… Lara dice: «la cámara me sirve para fijarme o para centrarme en algo o para descubrir algo que sin la cámara, me puedo fijar pero no acabo por interaccionar con ello».
Como resultado de este proceso aparecen sus maravillosas fotos. Como resultado de este encuentro entre el organismo y el entorno está la experiencia, y la experiencia no viene nunca sola, con la experiencia viene el aprendizaje, la conclusión, con tiempo y más experiencia la sabiduría.
Lara también comenta como este encuentro a veces, es más rápido y espontáneo como en la foto llamada «solitud», que yo en la charla llamo «la bajada». Fue una visión de algo preciso del momento y una elección rápida, porque si no se esfumaba…
Y otras veces es más estratégico y preparado, con un acercamiento más pausado y meditado, como la de «La visita» que está dos entradas más abajo, en la llamada «el lado oscuro. La Muerte».
Todo termina en el estudio de Lara, cuando repasa sus fotos y vé lo que ha salido y lo retoca y se sorprende al descubrir lo que tiene y decide retocarlo o eliminarlo… Se parece mucho al momento en que nos quedamos solos y analizamos lo que hemos experimentado y sacamos nuestras conclusiones y sin ser muy conscientes de cómo también olvidamos lo que no nos sirve.
Quizá una de las conclusiones de esta entrada pueda ser que para crecer hace falta experiencia y que esta sólo es posible si contactamos con nuestro entorno y aunque suene muy extremo:
La experiencia tiene lugar en la frontera-contacto.
Quizá también querais ver más fotos de Lara, para compartir conmigo la fascinación por ver lo que se vé detrás de su cámara. Podéis hacerlo en su blog Mardearal.
Un abrazo en la frontera.