Esta mañana he estado con mi amigo Gonzalo San Ildefonso. Gonzalo es poeta. Utiliza la poesía como medio de expresión. Me gustaría compartir con vosotros este encuentro.
Es importante expresarse, dar forma a los sentimientos y emociones y sacarlas hacia afuera. No todo el mundo encuentra ese canal y Gonzalo ha localizado en la poesía esa forma de mostrarse al mundo de forma sana. Pero ¿por qué es tan importante?
El libro Terapia Gestal: Excitación y crecimiento de la personalidad humana de Perls, Hefferline y Goodman (PHG) dice lo siguiente sobre la poesía:
«La poesía es el opuesto exacto al discurso neurótico, ya que es lenguaje en tanto que actividad orgánica de resolución de problemas, es una forma de concentración».
¿Qué significa esto? Cuando alguien verbaliza lo que hay en su interior en forma de poesía, al darle esta forma conscientemente, estaría haciendo lo contrario a lo que a menudo hacemos. ¿No os habeis visto una y otra vez pensando y pensando y volviendo a pensar sin llegar por ello a ninguna parte, ni a solucionar ningún problema?
Eso lo hacemos de forma espontanea para calmarnos, el pensamiento es una forma de calmar nuestra excitación interna que si nos fijamos tiene forma de movimiento, cuanto más «nerviosos» estamos, menos podemos «parar quietos» y más pensamientos hay. Y a esos pensamientos que a menudo tienen forma de diálogo, conversación o discurso es a lo que le llama el PHG «discurso neurótico«, un discurso que parece ir sólo y que no tiene fin.
El mostrarse mediante la expresión, dirige hacia afuera este movimiento interno. Con la consciencia dirigida a la expresión poética, al darle una forma estética y bella que aparecerá al final en forma de poema se utiliza una herramienta única del ser humano que es el lenguaje para la solución de problemas. Y poder utilizar el lenguaje en solucionar nuestros problemas es realmente algo extraordinario porque sómos los únicos que podemos hacerlo de entre todos los animales. Es lo que nos hace más humanos, pero es curioso ver que a esta forma no todos ni siempre podemos acceder. Hace falta consciencia y voluntad para poder hacerlo.
También lo llama, el PHG, una forma de concentración, porque sólo concentrandose en las sensaciones físicas, o en el sentimiento o en una zona del discurso repetitivo del pensamiento se puede dilucidar que se quiere sacar hacia fuera, qué se quiere expresar, se puede dar forma y materializarse en poema.
Y esta es la expresión poética de Gonzalo. En muchos de sus poemas podemos ver un desarrollo que va de lo oscuro a la claridad. De la desesperación a la esperanza. Al final aparece la respuesta de continuar. Un buen ejemplo de este desarrollo aparece en el siguiente poema, de su libro «En el umbral»:
VOLVER
Hoy volvió a temblar todo mi cuerpo,
se extremecieron las entrañas,
y el corazón fue tormenta.
Lloré silencioso a través de los meses,
sonámbulo, por las calles quise desplomarme.
Mis ojos observaban una paloma anudada a un grillete
y la tierra olía a inocencia.
Hoy eché de menos la mar,
aquel refugio donde perderme.
Allí no hay soledad,
allí mi alma no era un maldito poema.
Hoy sentí haber arrojado infinitos tesoros:
frescura…Sentimientos…Pureza.
Era un inmenso vacio
y temblé con rabia,
y esta era la sangre de mi poema.
Lucharé!!… Hoy decidí comenzar de nuevo.
Y esta es la decisión y la respuesta que Gonzalo mismo se dió. Es hermoso ver no sólo sus versos sino su encuentro consigo mismo a través de ellos.
Espero que os haya gustado tanto como a mí.
Os mando un poético abrazo.